El técnico del Noia Portus Apostoli FS valoraba el negativo resultado obtenido por su equipo en el parqué del Primero de Mayo.
Un revés considerable según reflejó el marcador para el Noia Portus Apostoli FS, que llegaba a Talavera consciente de que “era un partido importante”, en palabras de su técnico Marlon Velasco, que consideraba que el inicio de partido de su equipo había sido bueno, “los primeros cuatro minutos han sido nuestros, muy metido y sintiéndonos cómodos con balón”. Sin embargo, la situación cambió porque “Talavera defendió muy bien, nos hacía jugar más directo de lo que nos hubiera gustado”, declaraba.
“El primer gol ha sido un golpe duro”, confesaba Marlon, mientras que el segundo encajado casi consecutivamente lo definía como “una acción desafortunada por nuestra parte”. Intentó paliar ambas dianas con un tiempo muerto “para ver que aún queda mucho y que había que seguir trabajando” y prueba de ello es el 2-1 logrado por Pizarro que los volvía a conectar al encuentro.
Pero en el camino de la reconexión noiesa apareció el factor faltas. “Estábamos trabajando bien el tema de las faltas hasta que dejamos de hacerlo”, subrayaba Marlon, también reprochando que la sexta falta llega tras “una acción de pívot donde los árbitros consideran que no es falta a favor nuestra”, justo antes de una jugada en la que “nuestro pívot (Antonio Diz) intentando proteger el balón, inexplicablemente bajo mi criterio, se sanciona con la sexta falta”, momento que “ha sido una acción clave para el devenir del partido” a tan solo 37’’ para el descanso.
Tras el descanso los noieses apostaron por el cinco para cuatro “para cambiar la dinámica e intentar enloquecer el partido, alternando situaciones de cinco y de cuatro para que ellos tengan que trabajar a nivel mental e intentar hacerles daño”, incidía Marlon, mas otra pérdida como la del primer gol encajado les suponía el 4-1.
A partir de ahí “buscamos situaciones de uno contra uno cuando el rival se pone con cinco faltas, tenemos ocasiones para recortar pero no estamos acertados”, pena a la que se le une que “llega el quinto gol en transición defensiva, no somos contundentes y agresivos” cuando los suyos aún tenían maniobra para hacer falta.
Con esa quinta diana “el partido ya estaba finiquitado”, reconocía Marlon, pero siempre luchando aún así, pidiendo tiempo muerto porque “no podemos bajar los brazos y entregar el partido”. La superioridad siguió siendo generadora de ocasiones pero “no hemos podido meter el segundo”, adoleciendo de nuevo de eficacia.
“Lamentar el resultado, reconocer el trabajo de los jugadores, teníamos dos bajas importantes y sabíamos que jugábamos ante un gran rival en un muy buen momento y nosotros veníamos con la moral comida del empate del otro día”, finalizaba Marlon, “pero el equipo se vació y a nivel de actitud nada que reprochar, estamos en la línea que nos marcamos y en nuestro objetivo, nos lamemos las heridas hoy y mañana a pensar en el siguiente rival que todavía queda mucho, tenemos mucho que decir y toca seguir trabajando”.
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