El preparador físico continuará una temporada más poniendo a punto a los jugadores de la disciplina noiesa.
Carlos Rivas Moas, más conocido como Chiru, prolongará su experiencia como preparador físico del primer equipo del Noia Portus Apostoli en la temporada 2019-2020, después de un curso de debut en el conjunto blanco que él mismo define como “una experiencia muy buena”, que a la vez, después de haberse dedicado en años anteriores a otros deportes, suponía su estreno en el del 40x20. “Era un cambio de deporte dentro mi carrera profesional y me lo tomé con muchas ganas por aprender y mejorar como preparador físico”, afirma el noiés, motivado más aún con el aliciente de entrar “en una categoría de nivel nacional, donde el nivel de exigencia es mayor, pero la verdad que me sentí cómodo en todo momento en parte por el apoyo de los dos entrenadores con los que tuve la oportunidad de trabajar”, a los que Chiru agradece su apoyo en limar “las carencias que me pude encontrar por la falta de experiencia en el fútbol sala”.
La bienvenida que le ha dado el fútbol sala no ha sido precisamente tranquila, con una temporada en la que tocó sufrir para salvaguardar la categoría. “Cuando los resultados no llegan los entrenadores gastan mucho tiempo en intentar meter su estilo de juego, estrategias… y eso creo que nos lastró en el aspecto físico”, resalta el preparador físico, que también destaca que “las lesiones no nos respetaron demasiado, afectando a jugadores muy importantes”. Afortunadamente, todo salió bien y Chiru se queda, a nivel grupal, con “un año apasionante, ya que después de todo lo mal que lo pasamos conseguimos el objetivo en la última jornada y eso te hace disfrutarlo de forma mucho más intensa”, y un curso personal “muy bonito pues fue el primero en el que trabajé para un equipo de mi pueblo, lo que me hizo disfrutarlo todo de manera mucho más intensa si cabe”.
Intensidad es, curiosamente, una de las palabras con las que se podría describir al técnico noiés, Marlon Velasco, con el que Chiru ha trabajado codo con codo desde noviembre. “Marlon llegó a Noia con una forma de trabajar totalmente distinta”, declara el preparador físico noiés, que admite que el método del catalán “dificulta mi función, porque el control sobre las cargas de trabajo es más complicado, pero a la vez es una forma de trabajo que me gusta y que los jugadores disfrutan, ya que se consiguen entrenamientos de mucha calidad e intensidad”, la palabra que antes destacábamos del míster y que Chiru cree que “es algo bueno para todos porque no nos permite relajarnos y eso hace que seamos un grupo fuerte”.
Con el nuevo curso ya a la vuelta de la esquina, los futbolistas que defenderán el escudo del Noia Portus Apostoli han comenzado ya a realizar sus deberes de manera individual. “Desde este lunes los jugadores ya cuentan con un trabajo preparatorio que deben hacer durante estas dos semanas antes de comenzar la pretemporada”, que se basa en “un trabajo general tanto de fuerza como de resistencia que nos va a ayudar para empezar en unas condiciones físicas mínimas para poder desde el primer día de pretemporada trabajar duro”, aunque, como amplía Chiru, de menos a más, “las primeras semanas serán más suaves en cuanto a volúmenes e intensidades y poco a poco iremos pisando el acelerador para llegar a la primera jornada de liga en las mejores condiciones para sumar los 3 primeros puntos”. Todo sea para que se cumplan los deseos de Chiru y el resto del equipo y la afición noiesa, “espero sufrir menos que la temporada pasada y conseguir el objetivo de la permanencia lo antes posible”.
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