Palabras del técnico catalán después del milagroso empate rescatado por sus jugadores en Móstoles, en una tarde y un partido que se recordará por mucho tiempo.
“A tenor de cómo ha ido el partido y de la desventaja tan amplia a nueve minutos del final, es un punto que sabe casi a victoria”. Así comenzaba describiendo Marlon Velasco el 4-4 entre Noia Portus Apostoli FS y Ciudad de Móstoles en el Municipal de Villafontana mostoleño.
Un final no apto para cardíacos que permitió a los suyos sumar un punto de oro cuando caían 4-0 a menos de diez minutos para el pitido final. Partido que comenzó de forma “igualada”, con los locales dominando el balón siendo fieles a las palabras del técnico noiés de que “son en el juego posicional uno de los mejores, sino el mejor equipo de la categoría”, aspecto en el que a los blancos “nos está costando encontrarnos cómodos como visitantes”. Por ello la defensa de los suyos fue un poco menos agresiva, en pos de no “correr riesgos innecesarios y llevarlos a situaciones a las que no están acostumbrados para hacerles daño”, afirmaba Marlon.
Primera mitad, por lo tanto, caracterizada por la igualdad y las “pocas llegadas, poco peligro por parte de ambos equipos”, hasta el minuto 17. “En los goles cometemos errores”, expresa Marlon Velasco, que disecciona las jugadas relatando que “en el primero es una acción de defensa posicional, perdemos el ajuste que teníamos definido y no defendemos bien ni individual ni colectivamente” y en el segundo, casi inmediatamente después al 1-0, “perdemos el balón, no defendemos bien la entrada, nos comemos una espalda, llegamos tarde y gol en propia portería”.
Situación que obligó a cambiar tiempo muerto “pero no cambió la inercia”. El plan del banquillo noiés en ese minuto de pausa se resumía en “ser más directos y profundos”, mas llegó el tercer golpe del Ciudad de Móstoles “en una acción donde defendemos mal, nos ganan la espalda y encajamos”, llegando al descanso con un 3-0, “resultado amplio, doloroso y que no hacía mucha justicia a lo que se había visto en la pista”, bajo el punto de vista del preparador blanco.
Quiso salir el conjunto gallego con otra cara y disfrutó así de “dos llegadas claras”, pero pecando de no ser “contundentes”, además de que “no decidimos bien”, y a partir de ahí el partido entra en una fase de “correcalles”, que por parte del Noia Portus Apostoli FS “nos interesaba en cierto modo prender un poco la mecha y agitar el partido, a ver si en un ida y vuelta podíamos sacar más situaciones”. Sin embargo, lo que llega es el 4-0, “en una acción de elaboración, una pérdida nos convierten el 4-0, más dificultad añadida”, confesaba Marlon.
Resultado muy adverso pero con el que nunca se conformaron los suyos. “Cuando más complicado parecía”, reconoce el técnico, “metemos el 4-1”, obra de Lluc, en una evidencia de que “el equipo no bajó los brazos y a nivel de actitud nada que reprochar, muy orgulloso. Es lo que teníamos que hacer, competir mientras hubiera posibilidades intentarlo, por nuestra afición también, el público que se había desplazado desde Noia, se lo debíamos”, expresaba en relación a los aficionados que viajaron la madrugada anterior a Móstoles a animar a su equipo.
Una situación aún grave pero ligeramente mejor, que sonreiría máos cuando “nos reenganchamos con el 4-2”de Oriol Miquel “cuando íbamos a sacar el 5 para 4”, una fórmula que a continuación dio frutos “con acierto en la primera jugada, en la que conseguimos el gol y el partido cambia completamente” con el 4-3 reinando en el marcador. A partir de ahí, “ellos con mucho miedo a perder lo que habían conseguido y nosotros a un solo gol de diferencia y viendo motivos para creer en ello”, continuaba Marlon.
Y más que había motivos. “En una situación de robo conseguimos el 4-4”, fusilaba Dani Colorado para provocar el “estallido de júblio, rescatábamos por el momento un punto”, sin conformarse con el porque “íbamos a por el partido porque nuestra intención era ganar”, siendo “inconformistas” y mirando “para arriba”, una zona con la que “tenemos un déficit de puntos en cuanto a los equipos que están en PlayOff, llevamos muchos empates, y teníamos la obligación de ir a por el partido”, reconocía.
Prueba de ello es que “seguimos con el 5 para 4, corremos riesgos en un par de situaciones, hasta que no hemos podido jugar más con portero-jugador porque no hemos atacado más”. Al final hubo tiempo para sufrir un poco más con tres acciones seguidas a balón parado de los mostoleños, “en este deporte hasta el último segundo y hasta sonando la bocina pueden pasar cosas”, declaraba Marlon, feliz de que ninguna de que esas acciones resultara en nada.
“Por un lado triste por no haber ganado, realmente lo necesitamos, es la seguda semana seguida que no perdemos, pero llevamos cinco partidos sin ganar”, reconocía un Marlon Velasco que lamentaba también las “bajas y problemas que hemos tenido al final de semana con otros jugadores como Álex Pérez o Antonio Diz”, en un momento en el que el cuadro noiés se encuentra con menos efectivos “y se nota, es una adversidad en la que tenemos que dar un paso al frente hasta que vayamos recuperando piezas”.
Pero por otro lado admite que “el punto nos refuerza a nivel mental por hacerlo fuera de casa y sobre todo por la forma en la que lo hemos conseguido”, levantando todo un 4-0 en contra, lo que “habla de la fortaleza del grupo, del nivel competitivo que tiene un equipo que no se rinde y está dispuesto a pelear por todo y no se va a conformar con simplemente pelear por conseguir el objetivo prioritario”, que no es otro que el de la permanencia y, continuaba Marlon, “un equipo que quiere más”, que ha sabido sacar “el orgullo, la casta, la garra” y vio el “premio a su insistencia y al creer en ellos mismos”, lo que para el futuro “es un poco una señal que nos va a servir mucho de cara a próximos partidos y situaciones que tengamos adversidades y sabemos que tenemos capacidad para sobreponernos”.
Por último, el técnico volvía a mostrarse “súper orgulloso” de los aficionados del conjunto, en especial de los desplazados a Móstoles, que realizaron el gran esfuerzo para servir de aliento y ser el sexto jugador de los suyos en una salida complicada.
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