Me gustaría dar las gracias a todos por las muestras de cariño recibidas después de haber anunciado la semana pasada que, tanto mi gran amigo Carlos Cabo como yo, dejamos el Noia FS tras diez temporadas.
Diez años que han dado para mucho; tres títulos de liga de Segunda B, una Copa Diputación, el sueño de jugar en la LNFS y alguna que otra noche de gloria en la Copa del Rey ante equipos referentes en el panorama nacional de fútbol sala. Algo impensable para un chico que llegaba a Noia con 25 años y viniendo de competir en un “equipo de amigos”. Como dice Joan Capdevila en su biografía “La Suerte”, después de ganar el mundial de Sudáfrica que: “los malos también llegan”. Y lo cierto, es que sí. Con trabajo, sacrificio, ilusión y respeto todo puede llegar a conseguirse.
Pero por encima de esos títulos de liga o de haber competido en la LNFS, lo más importante que me llevo de todo este tiempo, es el cariño y el afecto que nos habéis mostrado desde la directiva, el cuerpo técnico y la afición durante todos estos años y, especialmente, estos últimos días.
En una sociedad en la que parece que los méritos deportivos priman cada vez más y están por encima de otros valores que realmente son importantes, al menos en la educación que recibí desde pequeño en casa y la misma que me gustaría transmitirle a mi hija pequeña Mara, las palabras de Javi en la rueda de prensa o la carta abierta de Jaime Rivas valorándonos como personas antes que como deportistas, es el mayor título y el mejor recuerdo que podría llevarme de esta, mi segunda casa a la que considero Noia.
Es cierto que las despedidas siempre son tristes, pero gracias a vosotros no puedo sentirme más feliz por todo lo que me habéis dado.
Un fuerte abrazo y… #CamiñamosXuntos.
Nos vemos en el Berberecho Arena.
Quique.
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